Por Enrique Pizarro
El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó ayer frente a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) una nueva ofrecimiento a los acreedores de la deuda externa, que será “el último y máximo esfuerzo” de Argentina en esta negociación, según afirmó el fin de semana el presidente Alberto Fernández, horas antiguamente de presentar formalmente la nueva propuesta, cuya término de caducidad para incorporarse será el 4 de agosto.
La misma contiene, a los fanales del mercado, una clara perfeccionamiento respecto a las propuestas anteriores, mucho más cercana a lo que exigen los bonistas. Al inicio de la negociación, el Gobierno empezó ofreciendo US$39 y durante el proceso fue cediendo hasta los casi US$59 de la ofrecimiento de ayer en algunos bonos, con un promedio de US$53,5.
Según los cálculos del primer ministro de Economía del Gobierno antecedente, Alfonso Prat-Gay, quien ha sido muy crítico sobre el proceder de Guzmán en esta negociación, que considera que “es un manual de cómo no se debe negociar”, visión que es compartida por varios analistas del mercado, esta “última” promesa de cuota implica US$ 15.000 millones más respecto a la primera ofrecimiento que presentó el Gobierno.
Tras la presentación oficial, Guzmán recibió la respuesta de los fondos Gramercy y Fintech, que le dieron el manido bueno a la ofrecimiento, aunque con la propuesta antecedente ya habían manifestado su adhesión al canje. Sin incautación, el reunión Ad Hoc, que nuclea a los fondos considerados como los más duros durante esta negociación, como BlackRock, Fidelity y Ashmore, no ha expresado aún su posición al respecto, la cual será secreto para conocer los siguientes pasos en este proceso.
El analista financiero Christian Buteler destacó la buena reacción del mercado frente a la percepción de la cercanía de que se logre un acuerdo y la pronta salida del default en el que el país cayó hace un mes y medio. En ese sentido, indicó frente a este medio que tras una respuesta positiva por parte de los fondos “duros” podría darse una precipitación en la recuperación de las cotizaciones y variables financieras que se observó ayer; y lo contrario, obviamente, en el caso de una respuesta negativa.
El optimismo del mercado durante la recorrido de ayer se evidenció sobre las acciones de varias empresas argentinas en Wall Street, que mostraron subas de más de 20%, aunque una en particular (Cresud) se disparó 40%, mientras que en la rueda nave el Merval cerró con un subida de 9%. Por su parte, el peligro país retrocedió más de 140 unidades para ubicarse en la zona de los 2.400 puntos básicos de la escalera del JP Morgan.
“El optimismo del mercado me parece exagerado. El grupo Ad Hoc había hecho una contrapropuesta y Guzmán aún está lejos de ofrecer lo que le pidieron. Creo que el mercado descontó que con esta oferta habrá acuerdo, pero yo tengo dudas”, afirmó frente a El Economista Guido Lorenzo, director de la consultora LCG, quien sin incautación considera que la nueva ofrecimiento es una perfeccionamiento desde distintos aspectos, no sólo en el VPN (Valor Presente Neto), sino en el esquema de incentivos para entrar, premiando al que ingresa por el que es deslizado vía Cláusulas de Acción Colectivas (CAC).
De acuerdo con Lorenzo, lo que está planteando el Gobierno ahora ya está fuera de un prospección de sostenibilidad de grande plazo. “Se asegura una relativa independencia de los mercados por los próximos tres años. Pero el Gobierno ya está ofreciendo cupones de 5%, cuando sabemos que Argentina no crece a esa proporción. Por lo tanto, la dinámica de la deuda en el mediano plazo no va a ser virtuosa”, advirtió.
Por su parte, Federico Furiase, director del Estudio EcoGo, ponderó la ofrecimiento puyazo ayer al indicar que las mejores señales del VPN van para los bonos DICY (US$60 a tasa de 10%, con intereses corridos), donde están los bonos Exchange, y para el bono Global 2021 (US$55 a tasa de 10%, con intereses corridos), en donde se encuentra posicionado el reunión Ad Hoc. “La oferta mantiene el prospecto legal de 2005 para los ‘bonos K’. Después habría un mínimo de adhesión para aplicar la ‘estrategia PacMan’ en los ‘bonos Macri’, lo cual es una buen señal”, sostuvo en diálogo con El Economista.
“Además, creo que hay margen para achicar el spread con la ley local porque creo que después del acuerdo con Pimco, que le van a dar bonos en dólares iguales que a los del tramo local, hay una señal de que podría haber tratamiento igualitario con legislación internacional”, añadió el entendido, que estimó que la ofrecimiento podría ascender a activar las CAC, sobre todo si el Gobierno acompaña la propuesta con un software macroeconómico consistente y un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Be the first to comment on "Fuerte optimismo en el mercado, aunque aún no está todo dicho"