Por Julian Doyle
El sábado 4 de julio, falta menos que en el Día de la Independencia de Estados Unidos, el rapero y patrón Kanye West irrumpió en Twitter para anunciar que se iba a presentar en las elecciones de noviembre como candidato para enfrentarse con Donald Trump y alcanzar a la Casa Blanca.
No hace errata asegurar que West, como figura pública que expresa opiniones políticas controvertidas, suele estar en el ojo de la tormenta con duras críticas o de otro modo, por la esencia de lo que dice y hace. Cabe rememorar sus declaraciones racistas cuando fue a presentarse a su amigo Donald Trump a su Tower en Manhattan y a la Casa Blanca, donde expresó su apoyo al presidente.
También ama el frenesí que provoca durante los fuegos artificiales que genera con cada anuncio, y de hecho, desde que escribió su postrero tuit presidencial, está retuiteando cada historia sobre él postulándose para presidente.
Si deje en serio aquí, es difícil saberlo, parece que está dispuesto a enfrentarse cara a cara con Trump en una votación genérico. Sin retención, debemos tener en cuenta que KW no se ha postulado para pasar este año frente a la FEC, que es un requisito para que cualquiera pueda ingresar a la carrera.
West había dicho el año pasado que se presentaría en 2024. Los obstáculos para obtener suficientes apoyos políticos para el 3 de noviembre son demasiados, y la aniversario es un tanto tarde, ya que las campañas están avanzadas: tanto Trump como Joe Biden ya están en carrera.
Según CNN, es poco probable que las intenciones de West, al menos para este año, sean reales, por que no cumplió con el plazo para presentarse como candidato independiente en muchos estados. Pero no inalcanzable.
“Con las elecciones a solo cuatro meses de distancia, West aún necesitaría registrarse con la Comisión Federal de Elecciones, presentar una plataforma de campaña, recolectar suficientes firmas para ingresar a la papeleta electoral de noviembre y más”, publicó CNN. En eso parece estar.
A horas de su anuncio y además vía Twitter, una de las respuestas más rápidas provino de la cuenta de Elon Musk, que no dudó en asegurar que lo apoyaba completamente.
Ambos fueron informe unos días ayer del anuncio, luego de otro tuit con una foto donde se lo ve al CEO de Tesla y SpaceX, usando la crencha de Yeezy (la marca de zapatillas y ropa de West) que hizo en alianza con Adidas.
Esta semana, en una entrevista muy amplia con Forbes, West dijo por primera vez que retiró su apoyo al presidente Trump, y declaró que estaba “quitándose el sombrero rojo”. El único detalle que ofreció sobre por qué fue que no le gusta lo que escuchó sobre haberse escondido en un reducto recientemente.
Pero agregó que estaba mal con POTUS porque “me gustan los hoteles Trump y los saxos en el lobby”.
También confirmó que está teniendo ayuda de Musk con su campaña y está considerando usarlo para su propio software espacial. Ya tiene un vicepresidente en mente, un predicador de Wyoming, donde vive.
También criticó al demócrata Joe Biden y lo calificó como que no es un candidato “especial”.
Dejando a un flanco la política, Kanye admitió que contrajo coronavirus en febrero, y realizó otras declaraciones que lo sitúan como un anti-vacunas. Llamó a cualquier vacuna de coronavirus “la marca de la bestia”.
“Quieren poner chips dentro de nosotros, quieren hacer todo tipo de cosas, para que no podamos cruzar las puertas del cielo”.
Una cosa que no habló, pero claramente relevante para un candidato presidencial, es su vigor mental. West ha dicho públicamente que fue diagnosticado con trastorno bipolar, y además dijo, en mayo de 2018, que a veces no toma su medicamento porque debilita su creatividad.
Be the first to comment on "Kanye 2020: apoyo de Musk, silencio de Trump"