Por Jorge Neme Secretario de Relaciones Económicas Internacionales
La irrupción del Covid-19 y las medidas de aislamiento que, en veterano o pequeño medida, adoptaron todos los países del mundo han tenido un impacto sin precedentes en la hacienda mundial. Nunca ayer el comercio, la producción, el transporte y el empleo, entre tantas otras variables, se habían detenido de modo voluntaria a escalera planetaria. Como a todos, la pandemia nos tomó por sorpresa. Sabíamos que iniciábamos la encargo con un panorama muy arduo, pero el círculo mundial nos trajo aún veterano incertidumbre.
Pese a la coyuntura, en la Secretaría que conduzco procuramos continuar generando iniciativas para promover las exportaciones y atraer inversiones. Implementamos proyectos en dos planos, el primero urgente, inmediato- vinculado con la emergencia sanitaria; el segundo de mediano y liberal plazo, con miras a gestar una organización para “el día después” de la pandemia.
En el primer categoría de acciones le pedimos a la red de embajadas argentinas que monitoreara las medidas de comercio extranjero aplicadas por otros países por la crisis del Covid-19 que pudieran representar una traba para nuestras exportaciones. Tomamos una conducta asertiva frente a un mundo cuya primera reacción fue cerrarse. Elaboramos un planisferio, que pusimos a disposición de las empresas, con todas las medidas sanitarias globales que pudieran afectar sus ventas externas. El monitoreo incluye información sobre posibilidades de importación de insumos claves para nuestra situación sanitaria que no fueran producidos en el país o complementaran producción franquista estratégica. De esa modo, en los primeros meses de la pandemia se realizaron múltiples gestiones para destrabar exportaciones de principios activos básicos para medicamentos que estábamos necesitando o para simplificar el ingreso de técnicos de empresas que invierten en Argentina, superando las restricciones a la circulación que existen a nivel mundial, mientras cumplíamos estrictamente los protocolos de sanidad de nuestro país.
En un segundo orden, trabajamos activamente en cuestiones de fondo. Un primer asunto fue nuestra posición en presencia de las negociaciones comerciales externas del Mercosur: ya ayer de hacerse cargo veíamos que el sillar estaba avanzando a un ritmo demasiado acelerado para lo que permitían las condiciones de Argentina, forzando algunos términos de las negociaciones y sin ganancias palpables para el Mercosur. En ese sentido, el panorama de proteccionismo mundial que se abrió con la pandemia, reforzó la certeza de que debíamos rever el modo de billete de nuestro país en estos escenarios. Argentina expuso esta posición a sus socios, sin rodeos pero con calma. Luego de ese paso, correcto, necesario y pragmático, conseguimos un consenso en el seno del sillar sobre un modo de avanzar en las negociaciones satisfactorio para todos los miembros. Creemos en un Mercosur cachas, que se consolide internamente, que desarrolle competitividad para luego conectarse al mundo con una producción diversificada y con valía colaborador.
Por otro flanco, en el plano de la promoción comercial que lleva delante la Cancillería, hemos creado el Consejo Manifiesto Privado para la Promoción de las Exportaciones con el objetivo de poder incorporar la visión del sector patrón en la definición de la organización de la política exportadora. Un paso similar vamos a dar en relación a las provincias, porque entendemos que la única modo de crear una política de exportaciones sustentable es con una propuesta federal y que integre la ojeada del sector privado. En breve, por otra parte, pondremos a disposición de las empresas un planisferio de las posibilidades de negocios para nuestros productos agroindustriales que analiza las oportunidades comerciales que se produjeron en el contexto de la pandemia.
Los nombrados son solo algunos ejemplos que muestran nuestro esfuerzo proactivo en presencia de un círculo mundial incierto y fluctuante. El objetivo es conectarnos al mundo en forma pragmática, sin dogmatismos de ningún tipo; incorporarnos competitivamente a las cadenas globales de valía y apuntalar un crecimiento exportador sostenible, menos sujeto a los vaivenes externos.
Be the first to comment on "La inserción internacional de Argentina en la pospandemia"