En el primer trimestre el ingreso promedio per cápita de la población alcanzó los $19.916, mientras la media fue de $14.500.
El coeficiente de Gini, que mide el fracción de desigualdad a través del ingreso, se ubicó en el primer trimestre del año en 0,444 (cuanto más se acerca a cero, más igualdad).
Según el mensaje oficial la suma total de ingresos de la población creció 49,6% en relación con igual trimestre de 2019, donde los ingresos laborales crecieron 44,6% y los no laborales, 63,2%.
El ingreso promedio de los sectores más pobres, del primer al cuarto decil, fue de $11.650, en el medio (del 5 al 8) de $30.754 y el del estamento suspensión (9 y 10) a $77.083.
En la población ocupada el ingreso salarial promedio fue de $30.080, que implicó un aumento interanual de 45,7%, por debajo de la inflación del 53,8% del año preparatorio, la más entrada de los últimos veintiocho primaveras.
El ingreso promedio de los asalariados que tienen descuento jubilatorio fue de $37.519, con una suba interanual del 46,9% y en el sector del trabajo informal o en adverso el promedio llegó a $15.980, con un encarecimiento interanual del 42,7%.
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