Por Héctor Rubini
El Gobierno uruguayo ha acabado controlar la pandemia del coronavirus y a la vencimiento ha acumulado hasta ayer 27 fallecimientos por el Covid-19 en todo el país. La logística de suspensiones iniciales a la excarcelado circulación y reuniones de personas multitudinarias fue seguida por un sistema de cuarentena voluntaria que ha sido por demás efectivo. Algo favorecido por ser un país de desestimación densidad de población, sin metrópolis superpobladas con problemas de apilamiento agudos de otros países, y en el que prácticamente toda la población tiene golpe al agua potable.
El Gobierno uruguayo dispuso la creación de un Fondo Coronavirus financiado con la reducción del 20% en los salarios de funcionarios públicos con salarios superiores a U$S 1.800 mensuales y recurrió al aporte del labrantío y al financiamiento de organismos multilaterales. Además, puso un tope de 85% para la ejecución de partidas de consumición no salariales para controlar las cuentas fiscales. También se anunciaron líneas de crédito a tasa blanda por U$S 2.600 millones para empresas afectadas por la suspensión de la excarcelado circulación de personas.
Según la Unidad de Gestión de la Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas para 2020 las deposición de financiamiento del fisco uruguayo serían de U$S 4.649 millones. Sobre ese total, el Gobierno uruguayo demora obtener U$S 3.750 millones vía emisiones de deuda interna y externa. El resto provendría de créditos multilaterales, uso de reservas del Banco Centra de Uruguay (no más de U$S 750 millones) y otros.
Recién regresó la semana pasada a los mercados de capitales emitiendo un bono universal en dólares por U$S 400 millones con vencimiento a 2031 pagando una tasa de al punto que 2,5% anual. Un bajo costo coherente con un aventura país que el viernes cerró en 216 puntos básicos, y en un sendero inequívocamente a la desestimación desde el pico de 407 puntos básicos del pasado 23 de marzo.
Si aceptablemente el Banco Mundial ajustó a la desestimación la proyección de caída del PIB para 2020 de 2,7% a 3,7%, las autoridades están evaluando y avanzando en dirección a mecanismos para ordenar la caudal.
La semana pasada el ministro de Turismo, Germán Cardoso, presentó un Protocolo Nacional para la Reactivación de la Actividad Turística de Hotelería y Gastronomía, y se esperan algunas medidas adicionales para lo que el Gobierno uruguayo prostitución de organizar como primera etapa de reactivación económica. Algo que ciertos indicadores sugieren que ya estaría en marcha. El consumo de energía eléctrica viene registrando signos de recuperación desde fines de mayo, y las caídas interanuales de la demanda de combustible desde mediados de mayo son marcadamente inferiores a las observadas en marzo y abril.
La reactivación de los servicios, el turismo y los transportes es fundamental para la caudal uruguaya, especialmente a partir del postrero trimestre del año. Algunas informativo de estos días muestran un panorama relativamente auspicioso, hexaedro el éxito en el control de la pandemia en Uruguay. Si aceptablemente el país mantiene sus fronteras cerradas desde mediados de marzo, el canciller Ernesto Talvi anunció el martes pasado la preautorización para que la aerolínea española Iberia retome de guisa progresivo los servicios de vuelos comerciales entre España y Uruguay desde el 5 de julio. Inicialmente estarán disponibles para uruguayos y familiares de uruguayos, personas con algún vínculo comercial o empresarial con el país vecino, y varados de otros países que desean regresar a Uruguay vía Madrid. Los que deseen ingresar a Uruguay desde Madrid deberán contar con un test placa y un seguro de alucinación.
La envite del Gobierno uruguayo es en dirección a una normalización progresivo, pero controlada de las actividades internas, para tratar de recuperarse del impacto placa del Covid—19.
Según el Banco Mundial, el año próximo la caudal uruguaya crecerá 4,6% superando a las tasas proyectadas para otros países de Sudamérica, como Argentina (2,1%), Brasil (2,2%), Colombia (3,6%), Chile (3,1%), Bolivia (2,2%) Ecuador (4,1%), y Paraguay (4,2%). En Sudamérica sólo crecerían más que Uruguay las economías de Perú (7,0%) y Guyana (8,1%).
Economista de la Universidad del Salvador (USAL)
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